Ryanair, una de las aerolíneas de bajo coste más importantes de Europa, ha anunciado una significativa reducción de sus operaciones en España para el verano de 2025. La compañía atribuye esta decisión al incremento de tasas y recargos impuestos en los aeropuertos, lo que ha llevado a que algunas rutas resulten insostenibles. En concreto, la aerolínea irlandesa recortará su capacidad en España en un 18%, lo que se traduce en la eliminación de 800.000 asientos en 12 rutas. Como parte de esta reestructuración, Ryanair cerrará sus bases en Jerez y Valladolid, retirará una aeronave de Santiago de Compostela y reducirá el tráfico en cinco aeropuertos regionales.
Aeropuertos afectados y reducción de capacidad
Los recortes afectarán especialmente a Vigo, que sufrirá una disminución drástica del 61%, seguido de Santiago, con un recorte del 28%, Zaragoza, con un 20% menos de vuelos, y Asturias y Santander, que verán caídas del 11% y 5%, respectivamente. El CEO de Ryanair ha calificado estas reducciones como una consecuencia directa de las “excesivas tasas aeroportuarias” y la falta de incentivos para el crecimiento en los aeropuertos regionales españoles, lo que, según él, limita su desarrollo y lleva a una capacidad infrautilizada.
Debate sobre las tasas aeroportuarias
En respuesta a las críticas de Ryanair, Aena, el principal gestor aeroportuario del mundo por volumen de pasajeros, ha defendido su política tarifaria. La entidad ha asegurado que la tarifa media que pagan las aerolíneas por los servicios aeroportuarios se mantendrá sin cambios en 10,35 euros por pasajero a partir del 1 de marzo, una de las más bajas de Europa. A pesar de esto, la decisión de Ryanair subraya la creciente presión que los costes operativos en alza están ejerciendo sobre las aerolíneas de bajo coste.
Recortes en Italia y Austria
La reducción de operaciones de Ryanair no se limita a España. En Italia, la aerolínea ha confirmado que retirará una de sus aeronaves con base en Roma, concretamente en el aeropuerto de Fiumicino, durante el verano de 2025. Este ajuste responde a la introducción de nuevos recargos municipales en los principales aeropuertos italianos a partir del 1 de abril de 2025, lo que, según Ryanair, dificultará el crecimiento en Roma, incluso en un año clave por la celebración del Jubileo.
Por otro lado, Austria también ha sido objeto de críticas por parte de la aerolínea debido a su impuesto sobre el tráfico aéreo de 12 euros. Ryanair sostiene que esta tasa, sumada a las elevadas tarifas aeroportuarias y de seguridad, está reduciendo la competitividad de Austria como destino turístico. En contraste, la aerolínea destaca que países de la UE con costos operativos más bajos, como Suecia, Hungría y algunas regiones de Italia, están eliminando impuestos a la aviación y reduciendo costos de acceso, atrayendo más viajeros.
Impacto del nuevo impuesto a la aviación en Dinamarca
Dinamarca también enfrenta cambios en el sector aeronáutico. El gobierno danés ha anunciado un nuevo impuesto a la aviación de 50 coronas danesas (aproximadamente 5,57 libras esterlinas), que se aplicará a todos los pasajeros que salgan del país. Como consecuencia, Ryanair ha confirmado la cancelación de todos sus vuelos entre Aalborg y Londres Stansted a partir del próximo mes. No obstante, aerolíneas como KLM, Norwegian Air y Scandinavian Airlines continuarán operando rutas hacia Aalborg, aunque en algunos casos los pasajeros tendrán que hacer escalas.
Francia y la posible subida de impuestos
Francia también está estudiando un incremento en los impuestos a la aviación para 2025. La medida, impulsada por el Ministerio de Cuentas Públicas, busca abordar tanto cuestiones fiscales como ecológicas. Según el gobierno francés, el 20% de la población con mayores ingresos es responsable de más de la mitad del gasto en viajes aéreos. Si se aprueba este aumento, podría llevar a Ryanair a reducir sus rutas en Francia, como ya ocurrió en el pasado cuando la aerolínea cerró su base en Burdeos y suspendió operaciones en París.
Consecuencias para los viajeros y el sector aeronáutico
Los recortes de Ryanair podrían tener un impacto significativo tanto en los viajeros como en la industria de la aviación en general. Las aerolíneas de bajo coste representan una opción económica para millones de pasajeros que desean volar a destinos europeos. La reducción de operaciones podría traducirse en menos disponibilidad de vuelos, tarifas más altas y una oferta limitada de rutas directas.
Además, los aeropuertos de ciudades más pequeñas podrían enfrentar retos importantes debido a la reducción de su capacidad y frecuencia de vuelos. Para algunas regiones, esta situación podría significar una disminución del turismo, ya que la menor conectividad podría desincentivar la llegada de viajeros internacionales.
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